Mostrando entradas con la etiqueta Chispas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chispas. Mostrar todas las entradas

martes, 3 de diciembre de 2013

Relato pseudo erótico

Llega la noche. Estoy aquí otra vez. En esta sucia cama que ha visto tantas cosas. Joder. Esta noche empieza a poder conmigo. Noto sus caladas apresarme como en una de esas noche de tormenta en las que el aire está más denso de lo normal. La vida se apaga poco a poco y yo estoy sola con el tecleteo del ordenador.
Creo que con tanta tontería he empezado a ponerme un poco cachonda. Será esa serie que he estado viendo hoy en la que sale tanto sexo. La cosa es que empieza a arder algo muy abajo. Y me he puesto a pensar en él y en ese rabo que me vuelve loca. En lo cabrón que es siempre y lo odioso que me resulta. Excepto cuando me folla. Es la jodida perfección cuando me folla.
Empieza a hacerme algo de falta echar un polvo. Las estrellas me están diciendo que soy una pervertida. No sé. Quizás me masturbe cuando acabe de escribir. Quizá lo escriba mañana.
-
He tratado de mantener la mente ocupada y aún asi sigo cachonda. Ahora mismo siento ese escalofrío en mi cuerpo que me incita a buscar un cuerpo con el que fundirme. Otra alma nocturna solitaria que me empotre como si no hubiera mañana. Creo que esto está empeorando mi calentón. Siento esa presión ahí abajo. Me llama. Me pide cariño. O quizás me pide algo un poco más duro.
Bueno. La cosa es que estoy bastante cachonda. Mi imaginación es demasiado pervertida. Estabas ahí cogiéndome del pelo y follándome de esa manera que sólo en mis fantasías sabes hacer. Y joder. Quizá teniendo en cuenta la índole de este texto debería ser un poco más explícita. Quizás. Pero hoy tengo una noche muy inspiradora. Y tu ausencia es como una droga.
-
Después de un rato escribiéndote he vuelto a donde estaba. Tengo ganas de que me folles. Quizás me basta con cualquiera que sepa minimante qué rollo me va. Quizás eso necesite.
Joder. Tengo los pezones en punta. Maldito calentón. Creo que paso de aguantarlo más.
Voy a follarte con la mente.
-
Joder. Así se escribe mejor. Vaya corrida.
Empecé por un sólo dedo. Acabé bastante desfasada. Gemí un poco, me es demasiado difícil estarme callada, pero creo que nadie se percató de que estaba follándome literalmente a mi mano derecha. Joder. He pensado en todas esas cosas que quiero que me hagas. En cuando me pongas a cuatro patas y grites mi nombre cuando estés a punto de correrte. Cuando me ponga encima tuya y empiece a follarte y tú mueras de placer. Joder. Estoy un poco salida. Pero quiero follarte. Después de pensar en todo eso un rato me corrí de manera brutal y era como si salieses de mí. Era una masa de desengaño saliendo de mi.
Y aquí estoy. Recién corrida y pensando en ti.

martes, 29 de enero de 2013

Habitación 302.

Iba caminando como un gilipollas, sin quitarle ojo a ese maldito trozo de papel. Había leído tantas veces esa jodida dirección que cuando fuera un puto viejo verde y no pudiera recordar ninguna de las idioteces que cometí tan sólo recordaría esa jodida dirección.
La dirección en si no importaba. Lo que realmente hacía que mi polla pegara saltitos de emoción era toda esa situación. Los labios de aquella fulana diciéndome todas aquellas cerdadas. Había oído hablar de ella. No era una puta ni nada de eso, sólo era una chica depravada en busca de cosas raras y emociones fuertes. Me dijo con esos labios que debían de chuparla de fábula que quería saber hasta dónde podía llegar un tío tan cascado como yo.

No es que sea viejo, enserio. Con cascado se refería a que estaba hecho mierda. Tengo treinta y pocos, pero todas esas drogas -alcohol, coca, maría, apuestas, sexo, vida...- me habían dejado fatal. Aún así seguía siendo bastante atractivo. Y follaba que daba gusto. Dejaba a todas esas zorras tremedamente satisfechas. A las putas no. Las detestaba completamente.

Casi había llegado al sitio indicado en el papelucho con olor a colonia barata. No olor a fulana, pero si a chica barata. Mi polla era otro ser independiente a mí. Palpitaba. La sentía apretada ahí abajo. Estaba deseosa de salir y disparar a aquella rubia. No quería detenerme ni un momento. Tenía miedo de si mi cascado cuerpo podría soportar toda aquella emoción. Me salía del pellejo. Creo que ni cuando me la estuviera chupando estaría tan excitado como lo estaba en ese momento.

Llegué a la dirección. Un motel bastante bonito para lo que parecía ser. Al entrar, el encargado me miró de arriba abajo.
-Eh, tío, ¿a qué habitación vas? No quiero problemas. -Los tipos como yo siempre traíamos problemas. Y eso que pocas veces había zurrado a alguien. Unas diez veces quizás.
-Tranquilo, voy a la 302. Vengo a visitar a Clarisse, una amiga.
No dijo nada, me miró y volvió a su revista de tetas.
Me quedé mirando los diferentes pasillos. Estaba tan cachondo que no sabía a dónde ir.
-Derecha, izquierda, dos pisos arriba y derecha. No tiene pérdida.
-Gracias.
Estaba allí, delante de su puerta. Quería degustar ese momento. Quería disfrutarlo. Cocinar a fuego lento la sensación de pasión que recorría mi cuerpo en esos eternos segundos. Tenía el corazón en los cojones. Madre mía, que cachondo estaba. Mi polla palpitaba de gusto. Me encantaba disfrutar esos jodidos momentos.
Llamé.
-¡Oh, Charlie! Te estaba esperando. No te imaginas lo cachonda que estoy.
-Claro que lo imagino, nena.
Cerré la puerta tras de mí. Puse mi mano entre su cuello y su cara. Esos jodidos labios rojos. Pasé mi pulgar por esos labios. No quería olvidarlos. Quería tenerlos secuestrados en mi pulgar. Seguro que cuando sea un viejo decrépito recordaré esos labios al mirarme el pulgar.
La besé lentamente. De forma cariñosa. Ya habría noche para la pasión.
Estábamos en la cama, comiéndonos mutuamente. Yo mordía su cuello con pasión. Esa zona de las clavículas me volvía loco. Ella se estaba volviendo loca, deseosa de que me la follase. Pero esa perra iba a esperar.
Después de más de diez minutos arrancando la pasión de nuestra piel, comencé a meterle los dedos. No quiso llegar. Cuando quise darme cuenta, ella tenía todo eso en la boca. Su lengua no sería tan roja como sus labios, pero me estaba volviendo loco.
Antes de que pudiese si quiera pensarlo, ya estaba toda dentro.
La embestí brutalmente. Caí rendido, pero no mi polla. Se puso encima, parecía un jinete y yo, su caballo.
No recuerdo cuántas horas pasamos follándonos.
Al terminar, estábamos abrazados. Mientras tonteábamos con cosquillas, mordiscos y besos le dije lo mucho que la quería. Ella no me creyó. Las mujeres jamás creen esas cosas. Pero les encanta que se lo digas.

Dormimos abrazados. A la mañana siguiente, después de desayunar y con una calma y cariño propios de un polvo después de sequía, abrí la puerta y me fui. No sin dejarle una nota con su mentira favorita.


sábado, 23 de junio de 2012

Rizo.

Por el cuello cae un rizo
que, perezoso,
resbala por su hombro.

Y yo le beso un rizo y le beso el hombro.
Y se me antoja
besarle el ojo.
Y ahora se me antoja
besarle un pecho.

Y déjame prometerle un desahogo
a tu alma, y provocarle un esbozo
de una sonrisa
a tu mirada.

Déjame que de un orgasmo
te haga estallar
y que en un gemido logres encontrar
aquel rizo
que en un inicio
mis sentidos hizo explotar.

Morena apasionada.

Sus ojos y su pelo
poseen el suave color de la tierra
y ellos te hechizan
como en un conjuro de pasión de Minerva.

Su cuerpo suave
de figuras delicadas
ofrece el fuego
de la bella Diosa armada.

En sus labios,
nube roja de algodón
que despiertan, a su paso,
 más de una erección.

La voluptuosa,
la de bellas caderas tatuadas
la que con una palabra
hace mover montañas.

La morena
aquella tan deseada,
la que en un pestañeo se hace llamar
la morena apasionada.

Amor al amor no amado.

En un espasmo te ofrezco mi cielo
En un suspiro, todos mis silencios.
Todas las palabras que te entregué sin reparos
y, aún hoy, son todas en vano.
Pues un te amo no significa nada
si con ello intento definir lo que mi alma por ti exhala.

Conectados.
No es un nudo lo que nos une,
pues somos la misma cuerda,
que nos desata de la locura
para salir de toda esta mierda.
Y con sumo gusto mi alma apura
chorro a chorro, gota a gota,
lo que tú en mi provocas.

sábado, 12 de noviembre de 2011

I

Se me cierra.
Ante ti, ante mi. Se agota la espera.
Ya se hundieron los puentes.
Aquellos bellos puentes empedrados de sueños
en los que el silencio se observa en cada uno de esos besos.
¿Qué son eso?
Se agarran a mis venas las serpientes
que tu amor dejó para mi.

Aparta esos bellos cristales
que tienes como mirada.
¡Apártalos!
Pues siento como si andara entre mil panales
que me pinchan el alma.

Introducción.

La noche estaba completa.
La Luna, las nubes, las ánimas danzando entre nosotros...
Todos esos sueños, los poemas recitados de memoria. Las risas apagadas.
Todo aquello me hizo pensar -pensar en algo más que en tu mirada me refiero-.
Pensé en el mundo y en todo lo que lo rodea. Y, ¡oye! se me ocurrió hacer una serie de poemas sobre ello.
Pero también pensé -que pensativa ando últimamente- que debía escribir algo, como si fuera una especie de introducción, para que supierais en qué tipo de ambiente me encontraba en el momento de mi revelación inspirativa.
Como ya os he comentado, la noche era mágica. Totalmente romántica -referente al romanticismo como corriente artística-. La Luna totalmente llena, enorme, brillante, rodeada de nubes (que no eran pocas pero si eran muy débiles). La temperatura era agradable; hacía frío pero nos calentábamos. Las risas fluían con la misma facilidad que las lágrimas. Y en el ambiente se diferenciaba ese olor que tiene la pasión.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

I don't know why you say goodbye...

En un arañazo me has despertado del mundo.
Y te juro que estoy mejor aquí.
Pero los sueños se acaban y volvemos a la realidad.
Y pienso. Y nada pasa por mi cabeza.
Bueno, quizás mienta y si pase por una décima de segundo tu mirada analizadora.
Pero, ¿Quién sabe?
Y eso me atormenta.
-¿El qué?
Todo, joder. Tú con tus miradas y tus frases de cine.
Y yo mientras como una boba escuchándote sin saber hacer otra cosa que morderme el labio para no llorar.
Pero al final no sirve de ná.
No tranquila, nada servirá de nada mientras el tiempo no ponga las cosas en su lugar.
Destino, cruel destino.
¿Por qué nos juntaste si sabías que él diría que no?


martes, 1 de noviembre de 2011

Paradise

Cuando era solo una niña...
¿Qué sabía ella de sis y nos?
¿Que podía ella amar de si misma?
Se preguntaba tantas cosas que se sentía inútil.
Y pensaba en volar, libre como un pájaro... Pero sus alas nunca bastaban.
-¿Y cómo salir de aquí? -Iba preguntándose a medida que se hacía mayor. -
¿Cómo volar lejos? ¿Cómo llegar a aquel paraíso?
Y creyó encontrarlo, pero él no era. Tampoco fue el siguiente, ni el siguiente, ni el anterior a esos. Ninguno lo era.
Y llegó él y pensó: ¡Este es!.
Pero había pensado eso tantas veces que se preguntaba si no volvería a pasarle como antes.
Y en el intento de hacerle feliz, le perdió.
Y pensó:
-El siguiente si.

martes, 14 de junio de 2011

Si no gritas al caerte, es como si no te hubieras caído.

Puede que no encuentres lugar.
Que el sexo sin sentido haya dejado de formar parte.
Que su olor te persiga y su mirada te rehuya.
Puede que aún duelan las noches de cera derretida en la cama.
Que quieras volverte sorda para evitar -inútilmente- que sus gritos sigan grabados en tu mente.
Pero piénsalo tan solo un momento.
Sin sexo, dogas, amor, dolor, pasión, recuerdos, pisadas, lágrimas, fuego, música, gritos...
¿Qué sería sin todo eso de la juventud?



martes, 10 de mayo de 2011

Simplicity

No hay rencores ya en mi (suficientes patadas pegué ya a la pared). Me gustaría que tan solo fueras feliz, te olvidaras de mi -que parece ser lo que mas quieres- y siguieras con tu vida haciendo como que aquello nunca pasó.
No quiero complicarme mas.
Cuando al final de hace dos entradas escribí "espero que te vaya bien", iba sin ironías. No mas gilipolleces, no mas meter mierda entre nosotros. Yo a mi vida y tu a la tuya. Sin rencores por mi parte.
Avisa y tal cuando dejes de odiarme. Quizás entonces pueda saludarte al verte.
Hasta entonces no me despido.
Prefiero dejarlo en un hasta mas tarde.
Logré escapar de nuestras llamas, espero que tu también.


Ya nos veremos, pájaro.

domingo, 27 de marzo de 2011

Forget about what i say

No te conformes con una respuesta. Pide una aclaración.
Olvida lo que sentiste para abrirle paso a tu nueva mente. A diferencia de la antigua, esta no se rompe al mínimo golpe de tu estúpida mentalidad de niña chica. Esta es nueva, mas resistente y mas duradera.
Procura pensar mejor las cosas, para que no tengas que reponer tu corazón, ya que de eso, no hay trasplantes...
Y no cuentes con que él te vaya a regalar el suyo. Su corazón es suyo, de nadie más. Y te aseguro que si alguien procura acercarse a él lo mas mínimo, le destruirá.
Así que ten cuidado Dulcinea, no quieras quemarte con el fuego que su piel desprenda. No quieras tirarte al diablo.
Aunque al fin y al cabo, harás lo que quieras. Las cosas de la generación x.

sábado, 12 de marzo de 2011

Hahahaha die.

Y ese será el momento en el que tu cabeza hará BOOOM.
Y yo estaré allí para verlo y reírme (:

Y no solo el miedo sufrirá esta terrible condena, pues también la falsedad, la estupidez y el no gracias perecerán entre sus propias cenizas.


Oh oh

Don't be stupid.
Be a gamer (:

domingo, 6 de marzo de 2011

Where?

¿Dónde quedó el polvo mágico?
Quiero volar, para salir lejos de aquí.
Mi alma se siente bloqueada, se siente inútil por no llegar a ti. Se siente desalojada de la razón, cruel hechicera que maneja el resto de mi cuerpo a su antojo.
Y yo solo quiero volar.
Lejos.
De tu mano.

Agárrame.

El cielo y la tierra se rinden a nuestros pies

Resucita mi alma, sedienta del aliento que cada noche me das a beber.
Presiento lo que mis palabras te dirán, y es que de mi boca sale un "te amo" y nunca nada más.
Pero, amor, no es mi culpa. Es solo que en la estrechez del diccionario no puedo encontrar lo que siento por ti... El cielo se queda pequeño.
La inmensidad de la noche. 
La luna, plateada y asustada, por el miedo a que podamos superar su romance con el sol. 
Las estrellas, doradas y alborotadas, presumidas divas que no alcanzan a entender lo que nosotros, insignificantes humanos, podemos llegar a albergar en la profundidad -mas profunda que la inmensidad del profundo firmamento que rodea nuestro universo- de nuestras almas.
El cielo nos envidia. 
Y la tierra no se queda atrás.
Las flores tiemblan al verse tu sonrisa iluminar. Chismorrean, hablan y, envidiosas, miran con indiferencia la luz que riega nuestro amor.

No hay nada más, que tu y yo.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Silenciosa

Gilipollas incluso.
El lento transcurrir de tu cama a tus brazos.
Es pura poesía.
Si mi vida fuera tan solo mía, y no fuera un triste suceso entre muñecos, hilos e hipocresía.
Si tan solo pudiera grabar tu nombre ardiente en mis deseos.
Si tan solo tus labios encendieran con una sonrisa mi alma...
Ahora...
Vuelve a por mi, por favor.


¿Hay alguien que lea esto, o escribo para mi sola?

martes, 15 de febrero de 2011

You are my dangerous fire

El mundo se deshace entre mis manos. Ya no sé que buscar para encontrarme en este lugar.
¿Que pasa si me pierdo?
Si en las noches como esta me visita su ejército aperlado.
Si en su aliento encuentro mi oxigeno, y en sus suspiros mi olvido.
Si no puedo escribir versos que describan como me siento, porque no hay palabras realmente reales que me permitan decir como es este sentimiento.
¡Ah!
¿Que es de mi si tu no me sonríes?
¿Que es de mi si derrites mi mundo, como derrites mi cuerpo al tocarlo?

Me consumes, espero que quede algo de mi mañana.