domingo, 13 de noviembre de 2011

IV

Se derritieron aquellos labios
que suspiraban te quieros.
Y corres.
Pero no sabes a dónde vas.
Y mueres.
Y no sabes a dónde irás.
Pero siempre queda algo por lo que luchar.
Aunque sea levantarme para ver su mirada
una vez más.

III

Todo murió.
Es una nueva era.
Ya no importan las personas,
sólo las guerras.
En mi cabeza resuenan los pasos
del cascabel que fui en antaño.
Y en mi memoria,
aquellos besos
que por más que corra no alcanzo.
Huid.
Pues mis labios han encontrado
la pieza del olvido que los llevará a la perdición.
Huid.
Pues mis ojos ya se han cerrado
dispuestos a no sentir más ningún corazón.

II

Tras la pérdida,
la esperanza se aloja en tu mente.
El tiempo.
Cada puto segundo que no salió bien.
Se aferra a ti
el olor de la derrota.


Y en mi cabeza
nadie nunca,
nadie más.
Que no seas tú con tu mirada,
aquella que me enseñó a amar.

sábado, 12 de noviembre de 2011

I

Se me cierra.
Ante ti, ante mi. Se agota la espera.
Ya se hundieron los puentes.
Aquellos bellos puentes empedrados de sueños
en los que el silencio se observa en cada uno de esos besos.
¿Qué son eso?
Se agarran a mis venas las serpientes
que tu amor dejó para mi.

Aparta esos bellos cristales
que tienes como mirada.
¡Apártalos!
Pues siento como si andara entre mil panales
que me pinchan el alma.

Introducción.

La noche estaba completa.
La Luna, las nubes, las ánimas danzando entre nosotros...
Todos esos sueños, los poemas recitados de memoria. Las risas apagadas.
Todo aquello me hizo pensar -pensar en algo más que en tu mirada me refiero-.
Pensé en el mundo y en todo lo que lo rodea. Y, ¡oye! se me ocurrió hacer una serie de poemas sobre ello.
Pero también pensé -que pensativa ando últimamente- que debía escribir algo, como si fuera una especie de introducción, para que supierais en qué tipo de ambiente me encontraba en el momento de mi revelación inspirativa.
Como ya os he comentado, la noche era mágica. Totalmente romántica -referente al romanticismo como corriente artística-. La Luna totalmente llena, enorme, brillante, rodeada de nubes (que no eran pocas pero si eran muy débiles). La temperatura era agradable; hacía frío pero nos calentábamos. Las risas fluían con la misma facilidad que las lágrimas. Y en el ambiente se diferenciaba ese olor que tiene la pasión.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

I don't know why you say goodbye...

En un arañazo me has despertado del mundo.
Y te juro que estoy mejor aquí.
Pero los sueños se acaban y volvemos a la realidad.
Y pienso. Y nada pasa por mi cabeza.
Bueno, quizás mienta y si pase por una décima de segundo tu mirada analizadora.
Pero, ¿Quién sabe?
Y eso me atormenta.
-¿El qué?
Todo, joder. Tú con tus miradas y tus frases de cine.
Y yo mientras como una boba escuchándote sin saber hacer otra cosa que morderme el labio para no llorar.
Pero al final no sirve de ná.
No tranquila, nada servirá de nada mientras el tiempo no ponga las cosas en su lugar.
Destino, cruel destino.
¿Por qué nos juntaste si sabías que él diría que no?


martes, 1 de noviembre de 2011

Paradise

Cuando era solo una niña...
¿Qué sabía ella de sis y nos?
¿Que podía ella amar de si misma?
Se preguntaba tantas cosas que se sentía inútil.
Y pensaba en volar, libre como un pájaro... Pero sus alas nunca bastaban.
-¿Y cómo salir de aquí? -Iba preguntándose a medida que se hacía mayor. -
¿Cómo volar lejos? ¿Cómo llegar a aquel paraíso?
Y creyó encontrarlo, pero él no era. Tampoco fue el siguiente, ni el siguiente, ni el anterior a esos. Ninguno lo era.
Y llegó él y pensó: ¡Este es!.
Pero había pensado eso tantas veces que se preguntaba si no volvería a pasarle como antes.
Y en el intento de hacerle feliz, le perdió.
Y pensó:
-El siguiente si.