Iba caminando como un gilipollas, sin quitarle ojo a ese maldito trozo de papel. Había leído tantas veces esa jodida dirección que cuando fuera un puto viejo verde y no pudiera recordar ninguna de las idioteces que cometí tan sólo recordaría esa jodida dirección.
La dirección en si no importaba. Lo que realmente hacía que mi polla pegara saltitos de emoción era toda esa situación. Los labios de aquella fulana diciéndome todas aquellas cerdadas. Había oído hablar de ella. No era una puta ni nada de eso, sólo era una chica depravada en busca de cosas raras y emociones fuertes. Me dijo con esos labios que debían de chuparla de fábula que quería saber hasta dónde podía llegar un tío tan cascado como yo.
No es que sea viejo, enserio. Con cascado se refería a que estaba hecho mierda. Tengo treinta y pocos, pero todas esas drogas -alcohol, coca, maría, apuestas, sexo, vida...- me habían dejado fatal. Aún así seguía siendo bastante atractivo. Y follaba que daba gusto. Dejaba a todas esas zorras tremedamente satisfechas. A las putas no. Las detestaba completamente.
Casi había llegado al sitio indicado en el papelucho con olor a colonia barata. No olor a fulana, pero si a chica barata. Mi polla era otro ser independiente a mí. Palpitaba. La sentía apretada ahí abajo. Estaba deseosa de salir y disparar a aquella rubia. No quería detenerme ni un momento. Tenía miedo de si mi cascado cuerpo podría soportar toda aquella emoción. Me salía del pellejo. Creo que ni cuando me la estuviera chupando estaría tan excitado como lo estaba en ese momento.
Llegué a la dirección. Un motel bastante bonito para lo que parecía ser. Al entrar, el encargado me miró de arriba abajo.
-Eh, tío, ¿a qué habitación vas? No quiero problemas. -Los tipos como yo siempre traíamos problemas. Y eso que pocas veces había zurrado a alguien. Unas diez veces quizás.
-Tranquilo, voy a la 302. Vengo a visitar a Clarisse, una amiga.
No dijo nada, me miró y volvió a su revista de tetas.
Me quedé mirando los diferentes pasillos. Estaba tan cachondo que no sabía a dónde ir.
-Derecha, izquierda, dos pisos arriba y derecha. No tiene pérdida.
-Gracias.
Estaba allí, delante de su puerta. Quería degustar ese momento. Quería disfrutarlo. Cocinar a fuego lento la sensación de pasión que recorría mi cuerpo en esos eternos segundos. Tenía el corazón en los cojones. Madre mía, que cachondo estaba. Mi polla palpitaba de gusto. Me encantaba disfrutar esos jodidos momentos.
Llamé.
-¡Oh, Charlie! Te estaba esperando. No te imaginas lo cachonda que estoy.
-Claro que lo imagino, nena.
Cerré la puerta tras de mí. Puse mi mano entre su cuello y su cara. Esos jodidos labios rojos. Pasé mi pulgar por esos labios. No quería olvidarlos. Quería tenerlos secuestrados en mi pulgar. Seguro que cuando sea un viejo decrépito recordaré esos labios al mirarme el pulgar.
La besé lentamente. De forma cariñosa. Ya habría noche para la pasión.
Estábamos en la cama, comiéndonos mutuamente. Yo mordía su cuello con pasión. Esa zona de las clavículas me volvía loco. Ella se estaba volviendo loca, deseosa de que me la follase. Pero esa perra iba a esperar.
Después de más de diez minutos arrancando la pasión de nuestra piel, comencé a meterle los dedos. No quiso llegar. Cuando quise darme cuenta, ella tenía todo eso en la boca. Su lengua no sería tan roja como sus labios, pero me estaba volviendo loco.
Antes de que pudiese si quiera pensarlo, ya estaba toda dentro.
La embestí brutalmente. Caí rendido, pero no mi polla. Se puso encima, parecía un jinete y yo, su caballo.
No recuerdo cuántas horas pasamos follándonos.
Al terminar, estábamos abrazados. Mientras tonteábamos con cosquillas, mordiscos y besos le dije lo mucho que la quería. Ella no me creyó. Las mujeres jamás creen esas cosas. Pero les encanta que se lo digas.
Dormimos abrazados. A la mañana siguiente, después de desayunar y con una calma y cariño propios de un polvo después de sequía, abrí la puerta y me fui. No sin dejarle una nota con su mentira favorita.
Mostrando entradas con la etiqueta Otras historias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Otras historias. Mostrar todas las entradas
martes, 29 de enero de 2013
lunes, 10 de octubre de 2011
Navacerrada.
Entre las sábanas sintió frío. Al abrir los ojos no pareció reconocer el ambiente. Una habitación fría y poco acogedora.
No, no era la suya.
Llevaba más de una semana en el hotel y aún no se acostumbraba a esas sábanas verdes.
El olor a nieve inunda su cárcel. Mira por la ventana -no hay nieve, es Agosto-. Ante su vista observa montañas, un aparcamiento y unas vías de tren medio abandonadas.
El desayuno no es interesante, es lo mismo de siempre.
Más tarde, sale a pasear -no había mucho más que hacer en aquel infierno-.
Parece que cada reglón sea una nueva sensación, pero os aseguro que la sensación de asco inunda todo este texto.
Se sienta en la estación y llora.
Allí no hay despedidas, ni bienvenidas. No hay besos, no hay familias. Ni siquiera hay nadie que renuncie y huya a otro lugar -o huya hasta allí-.
Nada importa.
Importa él.
Pero, ¿cuando importas tú?
Pienso que todos me observan con palomitas, esperando a que me caiga.
Por más que piense que nada merece la pena no puedo caer. Rendirse... ¿No te rendiste aquella vez?
Si...
Me prometí que le haría feliz. Y no pararé hasta que él pueda ser feliz por si solo.
Se sentó en el bar y bebió. Era tan patético. Rodeada de viejos y ella bebiendo cerveza tras cerveza.
En la cena. Sentada sola en una mesa. La gente la mira y murmura.
En su habitación de doble ventana y sábanas verdes relee Platero y yo.
1421 Vinieron a decir un día a mi casa que un perro rabioso lo había mordido... Hubo que llevarlo a la bodega del Castillo y atarlo allí al naranjo, fuera de la gente.
La mirada que dejó atrás por la callejilla cuando se lo llevaban sigue agujereando mi corazón como entonces.
Se quedó dormida.
Y despertó al día siguiente, sin recordar cuanto había leído por la noche y teniendo que empezar por donde lo dejó dos días antes.
No, no era la suya.
Llevaba más de una semana en el hotel y aún no se acostumbraba a esas sábanas verdes.
El olor a nieve inunda su cárcel. Mira por la ventana -no hay nieve, es Agosto-. Ante su vista observa montañas, un aparcamiento y unas vías de tren medio abandonadas.
El desayuno no es interesante, es lo mismo de siempre.
Más tarde, sale a pasear -no había mucho más que hacer en aquel infierno-.
Parece que cada reglón sea una nueva sensación, pero os aseguro que la sensación de asco inunda todo este texto.
Se sienta en la estación y llora.
Allí no hay despedidas, ni bienvenidas. No hay besos, no hay familias. Ni siquiera hay nadie que renuncie y huya a otro lugar -o huya hasta allí-.
Nada importa.
Importa él.
Pero, ¿cuando importas tú?
Pienso que todos me observan con palomitas, esperando a que me caiga.
Por más que piense que nada merece la pena no puedo caer. Rendirse... ¿No te rendiste aquella vez?
Si...
Me prometí que le haría feliz. Y no pararé hasta que él pueda ser feliz por si solo.
Se sentó en el bar y bebió. Era tan patético. Rodeada de viejos y ella bebiendo cerveza tras cerveza.
En la cena. Sentada sola en una mesa. La gente la mira y murmura.
En su habitación de doble ventana y sábanas verdes relee Platero y yo.
1421 Vinieron a decir un día a mi casa que un perro rabioso lo había mordido... Hubo que llevarlo a la bodega del Castillo y atarlo allí al naranjo, fuera de la gente.
La mirada que dejó atrás por la callejilla cuando se lo llevaban sigue agujereando mi corazón como entonces.
Se quedó dormida.
Y despertó al día siguiente, sin recordar cuanto había leído por la noche y teniendo que empezar por donde lo dejó dos días antes.
Etiquetas:
Absurdez,
Agonía,
amor,
Desilusiones,
Filosofeando,
Frustración,
La vida,
mi vida,
Otras historias,
pasiones,
Platero y yo,
Poesía,
soledad
domingo, 6 de marzo de 2011
Carta de Napoleón a Josefina
No he pasado un día sin amarte; no he pasado una noche sin estrecharte en mis brazos; no he tomado una taza de té sin maldecir la gloria y la ambición, que me tienen alejado del alma de mi vida. En medio de las tareas, a la cabeza de las tropas, al recorrer los campos, mi adorable josefina está sola en mi corazón, ocupa mi espíritu, absorbe mi pensamiento. Si me alejo de ti con la rapidez de la corriente del Ródano es para volverte a ver más pronto. Si, en plena noche, me levanto para trabajar, es porque ello puede adelantar en algunos días la llegada de mi dulce amiga, y no obstante, en tu carta del 23, del 26 Ventoso, me tratas de vous. ¡Tú misma me tratas de usted! ¡Ah, malvada! ¿Cómo has podido escribir esa carta? ¡Qué fría es!... ¡Ah, qué sucederá dentro de 15 días!... Adiós, mujer, tormento, dicha, esperanza y alma de mi vida, que amo, que temo, que me inspira sentimientos tiernos que me llaman a la Naturaleza y movimientos impetuosos tan volcánicos como el trueno. Yo no te pido amor eterno ni fidelidad, sino solamente…verdad, franqueza sin limites. El día en que digas te amo menos será el último de mi amor o el último de mi vida. Si mi corazón fuese bastante vil para amar sin ser correspondido lo destrozaría con mis dientes. ¡Josefina! ¡Josefina! Acuérdate de lo que te he dicho algunas veces: la Naturaleza me ha dado un alma fuerte y decidida. Ella te ha hecho de encaje y gasa. ¿Has dejado de amarme?...
Napoleón Bonaparte
Napoleón Bonaparte
jueves, 26 de agosto de 2010
Darkness
Tienes los ojos abiertos pero solo ves oscuridad.
¿Será esto el infierno?
...
Veo que aún continúas sangrando, querida rosa negra.
Ahogada entre tus pétalos oscuros y encerrada en tu absurdo amor.
¿Será esto el infierno?
...
Veo que aún continúas sangrando, querida rosa negra.
Ahogada entre tus pétalos oscuros y encerrada en tu absurdo amor.
~Watch me bleed~
lunes, 23 de agosto de 2010
Run?
En aquella azotea parecía verse una gran parte de la ciudad, aunque sinceramente, ella no se fijaba en los edificios, si no en el atardecer.
Pensó varias veces en saltar, pero supuso que su sonrisa le perseguiría hasta en la muerte.
Últimamente no sabía en que pensar si no pensaba en su voz.
Quizás eran sus abrazos los que la atrapaban en su recuerdo.
¿Que mas daba? Quizá era el momento de empezar de cero.
~Run away trying to find a safe place to hide~
Still waiting
Estabas allí, en el sitio de tus sueños, estabas allí esperándole.
Él tenía que llegar, era la cita perfecta, en el lugar perfecto para huir de lo que los demás dijeron; París.
Bueno, allí estabas tu, frente a la Torre Eifel, mirando cada rostro que pasaba, cada luz, cada suspiro...
Pero él nunca llegaba.
No quieres aceptar que volvió a hacerlo.
Volviste a quedar como aquella idiota que le ama incondicionalmente.
¿Que diría la gente? Se te echarían todos encima, ya nada tendría sentido... Y tendría que perdonarle, no podía enfadarse con él...
De repente una sombra pareció posarse en su hombro, por fin, ha llegado, es él... No, no era él, tan solo le pedían un cigarrillo.
Obviamente ni pensó darlo, tenía que fumar mucho de camino a casa.
Él tenía que llegar, era la cita perfecta, en el lugar perfecto para huir de lo que los demás dijeron; París.
Bueno, allí estabas tu, frente a la Torre Eifel, mirando cada rostro que pasaba, cada luz, cada suspiro...
Pero él nunca llegaba.
No quieres aceptar que volvió a hacerlo.
Volviste a quedar como aquella idiota que le ama incondicionalmente.
¿Que diría la gente? Se te echarían todos encima, ya nada tendría sentido... Y tendría que perdonarle, no podía enfadarse con él...
De repente una sombra pareció posarse en su hombro, por fin, ha llegado, es él... No, no era él, tan solo le pedían un cigarrillo.
Obviamente ni pensó darlo, tenía que fumar mucho de camino a casa.
~Todo, siempre, nunca, por él~
lunes, 23 de noviembre de 2009
Único capitulo. Las lluvias de Octubre.
Las gotas de lluvia que caían sobre tu cara se mezclaban con las lagrimas que de tus ojos se escapaban.
¿Que hacer con la angustia que amasaba tu alma?
Querías correr, estabas empapada, estabas bloqueada, mirándole a los ojos, pensando como decir, como hacer, para que no se fuera, para parar ese instante para toda la vida...
-Adiós...
Te quedas unos instantes callada pensando en esa palabra que te a dicho... al fin lo afrontas, ya es hora de que el momento se acabe...
-Adiós...
Te quedas unos segundos sin moverte, viendo como el se aleja con su paraguas. Solos de nuevo, tu, la lluvia y tu mundo paralelo al de los demás...
Miras al cielo, ese es el momento en el que no aguantas mas y rompes a llorar.
En ese momento, observas el mundo, cada persona, cada ojos, cada alma, preguntándote si esas personas, esas almas, también sufrirán al igual que tu.
¿Se puede averiguar el sufrimiento de un alma mirando a esa persona a los ojos? Tu eres de esas que crees que si... mirabas al suelo mientras caminabas sin rumbo bajo la lluvia, sin paraguas, solo con la capucha de tu sudadera chorreando, esta helada, ¡Ojala tuvieras una buena taza de chocolate caliente entre tus dedos casi congelados!
Este otoño esta siendo muy frío, acaba de empezar y ya parece que sea Noviembre.
El bolso te pesa mas que nunca, ¿cuanto tiempo llevas andando? eres una loca, una inconsciente... deberías volver a casa, pero... las cosas no iban bien por allí, no era cuestión de volver, o al menos por ahora.
¿Cuando va a parar de llover? Estas absolutamente empapada...
(...)
Estabas perdida, no sabias donde ibas y tampoco estabas segura de saber de donde venias. No paraba de llover, de perdias entre la multitud, ¿cuantos rostros habias visto hoy?
¿Se puede saber donde coño estas Sonia? Todo esto es desconocido para ti... ¿esto forma parte del mundo tambien? Que raro...
Mejor sentarse en algun sitio... no hay ningun sitio refugiado de la lluvia, te sientas en los escalones de un portal ofreciendole a la lluvia tus mejores lagrimas.
¿Que hacer ahora? Estabas perdida, derrotada, amargada, en tu mundo...
- Ehm... hola... ¿estas bien?
Una voz masculina te interrumpio tus pensamientos, parecia la voz de un chaval de tu edad mas o menos, y sus zapatos molaban, vas subiendo la vista, vaqueros anchos y oscuros, algunas cadenas, siges subiendo... ¡mas arriba salida! bonita camiseta... negra con cuadros de colores, guay, unos colgantes de... ¿de que?... una bonita sonrisa en unos bonitos labios, unos ojazos grises que te miraban con ternura y un pelo digno de anuncio...
-Hola...
¿Por que solo te sale esa puta palabra?
Y ahora coje y se sienta a tu lado, pero... Que confianzas joder.. pero, resulta tan tierno.
-Me llamo Lucas ¿y tu?
-Soy Sonia... ehm, ¿donde estamos? estoy algo perdida, empeze a andar, no qeria vovler, pero tampoco queria perderme ¿sabes? no se como acabé en este dichoso lugar...
Sin saber como, habias empezado a contarle tu vida a ese extraño llamado Lucas ¡¿Por que?!
-Bueno, yo tampoco soy de aqui, pero bueno, quizá puedo ayudarte a volver a tu casa. Nunca hay una razon lo suficientemente fuerte como para huir de tu hogar...
-Vivo por el centro...
-Estupendo, vamos para alla
-Gracias...
Lucas te ofrece su paraguas y te abraza, nunca un abrazo te hizo sentir tan bien, y ahora, de vuelta a casa...
(...)
Llevas mas de un mes pasando de Hugo, no habláis desde aquel día bajo la lluvia, aquel día en el que conociste a Lucas, que se a convertido en tu mundo y tu en el suyo.
Hoy habéis quedado en el café, para tomar chocolate caliente, como olvidar aquel día en el que os conocisteis y en el que el te invitó a una taza de chocolate, eran finales de Octubre y el otoño estaba mas bonito que nunca.
Por fin llegas a la cafetería, como siempre tarde (¡¿Es que no iba a haber un puto día en el que no llegaras tarde?!). Lucas está allí, como siempre esperando, entras en la cafetería y allí le ves, Hugo, sentado con una chica, tomándose un café, se te queda mirando y tu le miras a el...
¿Como olvidar en ese momento el tiempo que pasasteis juntos? Aquellos recuerdos, en el parque, en el cine, en aquella plaza a la que siempre ibais, aquella despedida tan fría bajo la lluvia que, sin los dos ni siquiera imaginarlo, cambiaría vuestra vida juntos. De pronto se te viene a la cabeza una de esas tardes dentro de los dos meses que pasasteis con el "ahora si, ahora no", aquella tarde en la que fuisteis a su casa, que antes recordabas como algo especial, lo mas especial que te había sucedido y ahora al recordarlo te dabas asco a ti misma... sentir que habías sentido el amor, la pasion, la lujuria, la dulzura, las canciones de Nirvana sonaban mientras tenias la supuesta mejor experiencia del mundo, sus caricias, sus labios recorriendo tu cuello, sus falsos te quieros susurrados al oído, sonaban tan bien.
¿Para de recordar joder! ¿Como pudiste...? puaj. Ahora Hugo te daba demasiado asco como para pensar en esas tardes, especialmente en ESA tarde.
¡Para de mirarle como una estúpida, Lucas te esta esperando!
Te diriges a donde esta Lucas, le miras y le sonríes tímidamente, seguramente estabas roja como un tomate (miierrrdaaa, seguro que se ha dado cuenta). Lucas se te queda mirando, y mira para la mesa de Hugo, que no para de mirarte.
-Maldito Hugo...
-¿Como lo sabes? nunca te e enseñado fotos suyas
-Solo por las descripciones y por como le has mirado me doy cuenta.
¿Como podía ser taaaaaan cielo? Lo sabia todo sobre ti, era el tio perfecto, sabia cuando eras feliz, cuando estabas mal aunque se lo intentaras ocultar, sabia todo lo que se te pasaba por la cabeza, era super dulce, la persona mas tierna que habías conocido y la única persona a la que le contabas absolutamente todo.
-Vale, si, es el... quiero que deje de mirarme, ojala no nos lo hubiéramos encontrado... si es que tengo muy mala suerte, es pura ley de murphy "Si vas a una cafeteria con Lucas y vas feliz, te encontraras a Hugo"
-Deja de decir tonterías, dios, como ese tio se acerque aquí le pego una hostia...
-¿Que dices? Anda déjate de tonterías...
La maldita ley de murphy actúa de nuevo, Hugo se acerca a la mesa.
-Hola Sonia, que de tiempo.
-Hola... pues si, hacía mucho que no hablabamos...
-¿Que tal estas?
A Lucas se le escapo un pequeño reproche hacia Hugo
-Es flipante, ahora viene preocupandose de ella...
Con la malisima suerte de que Hugo lo oyó
-¿Quien es este niñato? ¿Es tu novio?
Soltó una pequeña risita que te puso enferma.
-Ehm no, osea... es que...
-Si, soy su novio ¿Algún problema?
¡¡¿¿QUE??!! Lucas era tu novio y tu no te habías enterado, aquí fallaba algo, vamos a ver, estaba clarisimo que a ti te encantaría que eso fuera cierto, pero, ¿como iba Lucas a fijarse en ti de esa manera? Solo lo habría hecho por ayudarte, o quizá, tenia pensado pedírtelo... quizás...
Ahora tu cabeza no paraba de imaginar a ti y a Lucas tan felices, juntos, como pareja, quedando, dándoos besitos, caricias... ¡Para de pensar salida!
en fin, por tu cabeza comenzaron a pasar imágenes de felicidad con Lucas... pero no, no, no y noo, no, deja de pensar sobre eso, Lucas solo te estaba ayudando, como siempre, ahora vuelve al mundo de la realidad...
-Tio, ¿me estas vacilando? Este chaval me esta calentando, Sonia, ¿como puedes estar con un tio así?
-Yo me pregunto como pudo estar con tio como tu.
El primer puñetazo lo dio Hugo, Lucas callo al suelo y Hugo empezó a reírse. pero enseguida se levantó Lucas y le metió otro buen puñetazo... salieron a la calle para continuar la pelea allí.
¿Porque no escuchan tus gritos diciéndoles que paren?
-¡Parad ya! ¿Que pensáis arreglar con esto?
Ni contestaban...la pelea la iba ganando Lucas, era el que iba mas aventajado. Que tierno era, defendiéndote de Hugo...
-¡Dejadme en paz los dos!
Sales corriendo, que te dejen en paz joder...
Mierda, otra vez has andado demasiado... ¡Otra vez aquí! este barrio me tiene manía o algo, hace un mes acabé en el mismo sitio, en el mismo bordillo, pero hace un mes, llovía...
La maldita ley de murphy, ahora se pone a llover ¡ Increíble! esto no es normal... ahora llueve, menos mal que llevas tu sudadera con capucha...
(...)
-¿Siempre vas a estar en el mismo lugar?
Era Lucas, no te lo podías creer, había venido a buscarte, ohh que tierno por su parte.
-Pues si, es un buen lugar...
Lucas pone su paraguas encima tuya, y se sienta a tu lado.
-Siento si te molesto lo de antes, lo siento de veras.
-No pasa nada, se que te provoco, ademas ¿como voy a enfadarme con "mi novio"? jaja
-Dije eso para que te dejara en paz (eso ya lo sabias, Lucas no quería nada contigo, ains que pena) ya me gustaría a mi ser tu novio...
¡¡¿¿QUEE??!! ¿Que le gustaría ser mi novioo?
-¿Que dices? a mi si que me gustaría...
-Y ¿Si a los dos nos gustaría que hacemos aquí parados?
Lucas se levantó y te dio la mano, tiro el paraguas al suelo y te planto EL morreo. El morreo de tu vida, bajo la lluvia, en ese momento se te pasó por la cabeza ese mes que habíais pasado tan bien...
La gente que nos hace felices no son siempre las que esperas
Así que, cuando encuentres a alguien
Tienes que conservarlo
¿Que hacer con la angustia que amasaba tu alma?
Querías correr, estabas empapada, estabas bloqueada, mirándole a los ojos, pensando como decir, como hacer, para que no se fuera, para parar ese instante para toda la vida...
-Adiós...
Te quedas unos instantes callada pensando en esa palabra que te a dicho... al fin lo afrontas, ya es hora de que el momento se acabe...
-Adiós...
Te quedas unos segundos sin moverte, viendo como el se aleja con su paraguas. Solos de nuevo, tu, la lluvia y tu mundo paralelo al de los demás...
Miras al cielo, ese es el momento en el que no aguantas mas y rompes a llorar.
En ese momento, observas el mundo, cada persona, cada ojos, cada alma, preguntándote si esas personas, esas almas, también sufrirán al igual que tu.
¿Se puede averiguar el sufrimiento de un alma mirando a esa persona a los ojos? Tu eres de esas que crees que si... mirabas al suelo mientras caminabas sin rumbo bajo la lluvia, sin paraguas, solo con la capucha de tu sudadera chorreando, esta helada, ¡Ojala tuvieras una buena taza de chocolate caliente entre tus dedos casi congelados!
Este otoño esta siendo muy frío, acaba de empezar y ya parece que sea Noviembre.
El bolso te pesa mas que nunca, ¿cuanto tiempo llevas andando? eres una loca, una inconsciente... deberías volver a casa, pero... las cosas no iban bien por allí, no era cuestión de volver, o al menos por ahora.
¿Cuando va a parar de llover? Estas absolutamente empapada...
(...)
Estabas perdida, no sabias donde ibas y tampoco estabas segura de saber de donde venias. No paraba de llover, de perdias entre la multitud, ¿cuantos rostros habias visto hoy?
¿Se puede saber donde coño estas Sonia? Todo esto es desconocido para ti... ¿esto forma parte del mundo tambien? Que raro...
Mejor sentarse en algun sitio... no hay ningun sitio refugiado de la lluvia, te sientas en los escalones de un portal ofreciendole a la lluvia tus mejores lagrimas.
¿Que hacer ahora? Estabas perdida, derrotada, amargada, en tu mundo...
- Ehm... hola... ¿estas bien?
Una voz masculina te interrumpio tus pensamientos, parecia la voz de un chaval de tu edad mas o menos, y sus zapatos molaban, vas subiendo la vista, vaqueros anchos y oscuros, algunas cadenas, siges subiendo... ¡mas arriba salida! bonita camiseta... negra con cuadros de colores, guay, unos colgantes de... ¿de que?... una bonita sonrisa en unos bonitos labios, unos ojazos grises que te miraban con ternura y un pelo digno de anuncio...
-Hola...
¿Por que solo te sale esa puta palabra?
Y ahora coje y se sienta a tu lado, pero... Que confianzas joder.. pero, resulta tan tierno.
-Me llamo Lucas ¿y tu?
-Soy Sonia... ehm, ¿donde estamos? estoy algo perdida, empeze a andar, no qeria vovler, pero tampoco queria perderme ¿sabes? no se como acabé en este dichoso lugar...
Sin saber como, habias empezado a contarle tu vida a ese extraño llamado Lucas ¡¿Por que?!
-Bueno, yo tampoco soy de aqui, pero bueno, quizá puedo ayudarte a volver a tu casa. Nunca hay una razon lo suficientemente fuerte como para huir de tu hogar...
-Vivo por el centro...
-Estupendo, vamos para alla
-Gracias...
Lucas te ofrece su paraguas y te abraza, nunca un abrazo te hizo sentir tan bien, y ahora, de vuelta a casa...
(...)
Llevas mas de un mes pasando de Hugo, no habláis desde aquel día bajo la lluvia, aquel día en el que conociste a Lucas, que se a convertido en tu mundo y tu en el suyo.
Hoy habéis quedado en el café, para tomar chocolate caliente, como olvidar aquel día en el que os conocisteis y en el que el te invitó a una taza de chocolate, eran finales de Octubre y el otoño estaba mas bonito que nunca.
Por fin llegas a la cafetería, como siempre tarde (¡¿Es que no iba a haber un puto día en el que no llegaras tarde?!). Lucas está allí, como siempre esperando, entras en la cafetería y allí le ves, Hugo, sentado con una chica, tomándose un café, se te queda mirando y tu le miras a el...
¿Como olvidar en ese momento el tiempo que pasasteis juntos? Aquellos recuerdos, en el parque, en el cine, en aquella plaza a la que siempre ibais, aquella despedida tan fría bajo la lluvia que, sin los dos ni siquiera imaginarlo, cambiaría vuestra vida juntos. De pronto se te viene a la cabeza una de esas tardes dentro de los dos meses que pasasteis con el "ahora si, ahora no", aquella tarde en la que fuisteis a su casa, que antes recordabas como algo especial, lo mas especial que te había sucedido y ahora al recordarlo te dabas asco a ti misma... sentir que habías sentido el amor, la pasion, la lujuria, la dulzura, las canciones de Nirvana sonaban mientras tenias la supuesta mejor experiencia del mundo, sus caricias, sus labios recorriendo tu cuello, sus falsos te quieros susurrados al oído, sonaban tan bien.
¿Para de recordar joder! ¿Como pudiste...? puaj. Ahora Hugo te daba demasiado asco como para pensar en esas tardes, especialmente en ESA tarde.
¡Para de mirarle como una estúpida, Lucas te esta esperando!
Te diriges a donde esta Lucas, le miras y le sonríes tímidamente, seguramente estabas roja como un tomate (miierrrdaaa, seguro que se ha dado cuenta). Lucas se te queda mirando, y mira para la mesa de Hugo, que no para de mirarte.
-Maldito Hugo...
-¿Como lo sabes? nunca te e enseñado fotos suyas
-Solo por las descripciones y por como le has mirado me doy cuenta.
¿Como podía ser taaaaaan cielo? Lo sabia todo sobre ti, era el tio perfecto, sabia cuando eras feliz, cuando estabas mal aunque se lo intentaras ocultar, sabia todo lo que se te pasaba por la cabeza, era super dulce, la persona mas tierna que habías conocido y la única persona a la que le contabas absolutamente todo.
-Vale, si, es el... quiero que deje de mirarme, ojala no nos lo hubiéramos encontrado... si es que tengo muy mala suerte, es pura ley de murphy "Si vas a una cafeteria con Lucas y vas feliz, te encontraras a Hugo"
-Deja de decir tonterías, dios, como ese tio se acerque aquí le pego una hostia...
-¿Que dices? Anda déjate de tonterías...
La maldita ley de murphy actúa de nuevo, Hugo se acerca a la mesa.
-Hola Sonia, que de tiempo.
-Hola... pues si, hacía mucho que no hablabamos...
-¿Que tal estas?
A Lucas se le escapo un pequeño reproche hacia Hugo
-Es flipante, ahora viene preocupandose de ella...
Con la malisima suerte de que Hugo lo oyó
-¿Quien es este niñato? ¿Es tu novio?
Soltó una pequeña risita que te puso enferma.
-Ehm no, osea... es que...
-Si, soy su novio ¿Algún problema?
¡¡¿¿QUE??!! Lucas era tu novio y tu no te habías enterado, aquí fallaba algo, vamos a ver, estaba clarisimo que a ti te encantaría que eso fuera cierto, pero, ¿como iba Lucas a fijarse en ti de esa manera? Solo lo habría hecho por ayudarte, o quizá, tenia pensado pedírtelo... quizás...
Ahora tu cabeza no paraba de imaginar a ti y a Lucas tan felices, juntos, como pareja, quedando, dándoos besitos, caricias... ¡Para de pensar salida!
en fin, por tu cabeza comenzaron a pasar imágenes de felicidad con Lucas... pero no, no, no y noo, no, deja de pensar sobre eso, Lucas solo te estaba ayudando, como siempre, ahora vuelve al mundo de la realidad...
-Tio, ¿me estas vacilando? Este chaval me esta calentando, Sonia, ¿como puedes estar con un tio así?
-Yo me pregunto como pudo estar con tio como tu.
El primer puñetazo lo dio Hugo, Lucas callo al suelo y Hugo empezó a reírse. pero enseguida se levantó Lucas y le metió otro buen puñetazo... salieron a la calle para continuar la pelea allí.
¿Porque no escuchan tus gritos diciéndoles que paren?
-¡Parad ya! ¿Que pensáis arreglar con esto?
Ni contestaban...la pelea la iba ganando Lucas, era el que iba mas aventajado. Que tierno era, defendiéndote de Hugo...
-¡Dejadme en paz los dos!
Sales corriendo, que te dejen en paz joder...
Mierda, otra vez has andado demasiado... ¡Otra vez aquí! este barrio me tiene manía o algo, hace un mes acabé en el mismo sitio, en el mismo bordillo, pero hace un mes, llovía...
La maldita ley de murphy, ahora se pone a llover ¡ Increíble! esto no es normal... ahora llueve, menos mal que llevas tu sudadera con capucha...
(...)
-¿Siempre vas a estar en el mismo lugar?
Era Lucas, no te lo podías creer, había venido a buscarte, ohh que tierno por su parte.
-Pues si, es un buen lugar...
Lucas pone su paraguas encima tuya, y se sienta a tu lado.
-Siento si te molesto lo de antes, lo siento de veras.
-No pasa nada, se que te provoco, ademas ¿como voy a enfadarme con "mi novio"? jaja
-Dije eso para que te dejara en paz (eso ya lo sabias, Lucas no quería nada contigo, ains que pena) ya me gustaría a mi ser tu novio...
¡¡¿¿QUEE??!! ¿Que le gustaría ser mi novioo?
-¿Que dices? a mi si que me gustaría...
-Y ¿Si a los dos nos gustaría que hacemos aquí parados?
Lucas se levantó y te dio la mano, tiro el paraguas al suelo y te planto EL morreo. El morreo de tu vida, bajo la lluvia, en ese momento se te pasó por la cabeza ese mes que habíais pasado tan bien...
La gente que nos hace felices no son siempre las que esperas
Así que, cuando encuentres a alguien
Tienes que conservarlo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)