miércoles, 26 de junio de 2013

Creo que os contaré algo de mí.


Pareces una chica interesante. Describete.


Describirme es complicado. Soy una moza de buen ver, enana, divertida -o muero en el intento- y algo pasota. Yo qué sé. Hay mucho que decir de mí. Me gustan los libros, me gusta escribir. Quiero ser escritora. Soy idiota por creer que lo lograré. Soy realista a más no poder. Adoro el cine y me gusta escribir guiones. Aprecio la buena música: Rock, blues, grunge, rap y metal son mis géneros. Disfruto con un buen solo de guitarra tanto como con una buena peli de gánsters. No sé, soy una chica corriente, pasota y con pasiones normales. Me encanta el sexo (no me refiero a que me encante follar, que a todos nos gusta), siempre me ha resultado absurdo tratarlo como tema tabú. Me gustan los shooters, me desestresan. Adoro la astronomía. Soy una chica borde con quien debo serlo. Es muy raro que me enfade realmente. Hay que tocarme mucho las pelotas para que llegue a cabrearme. Y con tocarme las pelotas normalmente me refiero a meterte con mis amigos. Que se metan conmigo, bah, me río de mi misma. No tengo autoestima y me da igual que me digan lo que sea. Mi autoestima es tan baja que el hecho de que me digan que soy fea, que tengo el pelo feo, que estoy gorda o que tengo las uñas mal arregladas me da igual de un modo brutal. Me importa lo que diga de mí la gente que me importa y si es relacionado con mi forma de ser -que no cambiaría por nada y por nadie, ya que de momento, estoy a gusto con ella-. Sobre mi físico me da igual todo porque todo lo malo prácticamente lo considero cierto.
En cuanto a mi trato con la gente, normalmente me cuesta demostrar que quiero a una persona. Como mejor lo expreso es escribiendo. Me cuesta horrores ser romántica y el hecho de dar abrazos a mis amigos me resulta incómodo. Soy un poco piedra a veces. Y muy analítica. Aprendí a serlo. Las cosas me afectan hasta que las proceso, asimilo y paso de ellas. Aún así me preocupa a horrores no hacer feliz a la gente que me importa.
Pelirroja, salida, friki en potencia y en todo lo demás, absurda hasta decir patata y estúpida profesional.
¿No es el tipo de gilipolleces que se dicen en Twitter?
Yo qué sé. Sinceramente, son las cuatro de la mañana y me ha apetecido explayarme y contarte un poco cómo soy.
Soy cabezota, tremendamente vaga. Muchísimo. Vaga hasta el punto de que me da pereza serlo tanto. Perfeccionista hasta niveles enfermizos. El juego de la seducción no es lo mío. El tema miraditas y yoquésé a mí no me sale. Yo hablo sin parar, como una cotorra. Y sin saber cómo, ligo. Dicen que estoy buena -algunos, yo qué sé-, yo lo veo un piropo por compromiso. Supongo que si le atraigo a la gente -tampoco a mucha, a ver- es por... No lo sé. Estoy intentado descubrirlo. Algún día un tipo sincero me dirá la verdad. ¿Serán las tetas? Nah, no tengo muchas. Creo que no tengo un mal culo, pero sólo son suposiciones mías.
Esto más que una descripción comienza a ser una ida de olla.
Lo lamento si esperabas algo en plan: Me gustan las tardes lluviosas escuchando Simple Plan.
Soy rara.

martes, 25 de junio de 2013

Unos ojos

Miel y mar.
Miel y mar eres tú.
Miel y mar y mar y mieles.
Que me miras con esos ojos,
dulces,
y me matas.
Miel y mar.
Sin duda lo eres.
Te quiero más cada vez que me miras
y me muero de miedo
si busco tu mirada
y no la encuentro.

Miel y mar,
no te vayas.
Que me hace falta tenerte aquí cerquita
para no morirme
de las ganas de mirarte.

Sin color

Bajé a mi propio infierno de culpa
a ver si allí te extrañaba mejor.
Bajé y me sumí en tu pena.
Y deseé una noche más tenerte.
Y volví a ver a Kandinsky recordar mi alondra.
Y volví a caer
y a recordar todos esos colores
que la vida era más emocionante
si te tenía para contármela.
Que ya no sé de qué color escribir
para que te des cuenta de que te echo de menos
que no encuentro un verso
que te pida
que vuelvas aquí
que vengas y me beses
que quiero ver esas ganas de explorarme
que siempre tenías al principio.

En estos meses

En estos meses
no he hecho más que amarte.
No he hecho más que hablar en silencio
contigo
y decirte que te extraño
sin siquiera mirarte.

No puedo hacer más;
dejar que la pena me atrape
y suplicar que al menos
me permita recordarte
y recordar
que en estos meses
no he hecho más que amarte.

Lamento si no hablé demasiado
y follé más de la cuenta.

Ahora todos esos errores
están aquí, matándome.
Haciéndome recordar
que en estos meses
no he hecho más que amarte.

Insomnio.

Hoy he pasado la noche en vela.
Amándote.
Sintiéndote muy cerca.
Y he vuelto a darme cuenta
de que ni te tengo
ni te puedo tener.

Pero aún así te sigo amando en la soledad.
La soledad de mis noches de insomnio
en las que creo que vuelves a besarme
con las ganas de antes.

He tenido tantas ganas de amarte una vez más
en nuestro ajado sillón
que mi corazón no ha podido dormir
alentado por la culpa de haberte perdido
por ser tan como soy yo
y menos como es ella.

Poesía del asco.

Y estas palabras no sirven de nada.
Si es que me asquea todo ya.
No rimo.
No sé si puedo llamarlos versos.
Esto es la poesía del asco,
de cuando me doy cuenta
de que la sociedad está perdida,
de que probablemente
ni yo misma me salve.
Pero tendré que quererme a mí misma.
Si no, nadie lo hará.

Nunca llegan

Lamento mi odio
-aunque más bien es asco-.
Estoy en una vieja parada de bus.
Amanece.
Llueve.
No espero ningún bus.
Sólo quise pararme a escribir.
Ahora llegaré a casa,
me tiraré en la cama
y pensaré en que me has hecho daño.
Pero luego dormiré
y me levantaré, de nuevo,
completa de odio.

Personas.

¿Qué carajo significará la palabra "persona"?
Si ese término está deshumanizado.
Si no importa
lo que seas.
Sólo querrán hundirte.
No valen personas importantes,
si son sólo trozos de carne humillantes.

Si ya no valen amigos.
Ni sexo, ni sonrisas.
Si las calles están mojadas
porque todos ellos tratan
de limpiar la mierda
que está en su cabeza.

Más que un libro

Mejor que me vaya a leer
al viejo Bukowski,
que me olvide de tus te quiero
y de tu forma tonta de cansarte.
Que no quiero ser un libro de esos
que te lo lees y te olvides.
Que quiero que me abras de vez en cuando.
Buscando consejo
o necesidad.
Pero que me abras,
tarde o temprano.

Seré de otros besos

Páginas en blanco.
Papel,
que no es más que nada
ni menos que más.
Y al final se convierten en todo,
amores al azar
que convierten esto
en mucho más que papel y tinta.
Polvos absurdos
que me hacen necesitarte
y sentirte tan adentro
como cuando estábamos follando.

Ahora, quizá...

Ahora que sé que puedo hablarte de todo.
Quizás deba preguntarte
si pensabas en ella
cuando te dejabas follar.
Si te sentías mal
cuando me decías te quiero
y en tu cabeza sólo estaba ella.
Si te dolía ilusionarme.
Si te arrepentiste de besarme.
O si es que acaso te crees tú
todas las excusas que me pusiste.

Húyeme

Quizás si te follo deprisa
tardarás más en irte.
O quizá trato lograr
que huyas antes
para no perderme
en el intento de quererte.

Y si no te vas
a pesar de todos mis impedimentos
no me quedará otra
que poner la otra mejilla
para que me des un beso.