El cielo está lejos de tu ausencia.
El mar nunca olerá como en primavera.
¡Estúpido!
Nunca, nunca creas las palabras
de un gato testarudo.
Olvida sus colmillos.
Olvida como evadía tus obras.
Olvida ya a ese gato
llamado soledad.
Pues, ya jamás volverá.
Y si vuelve,
no tendrá ovillos con los que jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario