Te amaba tanto que las estrellas se apagaban
a nuestro paso
para observarnos.
Te amaba tanto que el fuego se quedaba helado
a cada beso
que nos dábamos.
Y aún así
no sirvió para nada.
Podrá no haber poetas
pero siempre habrá poesía.
Podrá no haber amor
pero siempre habrá caricias.
escribes muy bonito :P (te he descubierto en twitter, que conste xD) un besazo!
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