Infinita e íntima compañera.
Afilado cuchillo que incita
a morir de las mas cruel de las maneras.
Triste sueño,
roto en pedazos,
por el golpe de un ala
que un día me cobijaba.
Y ahora, ¿que no siento?
Pues no contemplo ni dolor
ni el roto estruendo
de una risa amarga
que hace apenas mes y medio
rodeaba mi pensamiento.
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