A veces, encontramos los casos de ciertos adultos totalmente colgados por Disney. Personas ya hechas y derechas que dedican su tiempo libre a volver a ver sus películas de príncipes y princesas y cuando les regalas algo para ti tan tonto como unos lápices de las princesas Disney, ponen una sonrisa en la cara como si a ti te hubieran regalado ese disco que quieres desde hace ya unos meses. Resulta impresionante, a veces me cuestiono si estas personas están demasiado aniñadas o es que en verdad tienen la suficiente madurez como para disfrutar con aquello que siempre les sacó una sonrisa y no importarles lo que los demás les digan. A pesar de mis burlas hacía mi hermana mayor, siempre he tenido la sensación de que es la segunda opción. ¡Que se le va a hacer si a la niña le gustaría ser la princesita del cuento!
No hay comentarios:
Publicar un comentario