domingo, 6 de marzo de 2011

Tu corazón por el mío

Anoche sentí que unas manos dejaban caer todo el peso de su fuerza en mi corazón. Sentía que quería llorar, pero la soledad y mi orgullo me lo impedían... ¿O quizás era al revés?
El caso es que no tardé en sucumbir a la dura presión y lloré hasta quedarme sin lágrimas.
Después tenía sed, así que fui a romperle a alguien el corazón.
Al fin y al cabo...
Los corazones están para romperlos.
Si no...
¿Qué más nos queda ya?

No es tan bonito visto de esta manera, ¿Verdad, niñatas cursis que creen que el amor es como esto ♥?
Aquí tenéis, vuestra cruda realidad. Pues nunca podréis ver más allá de ello.
Y cuando dejamos de ver con el alma, es cuando verdaderamente morimos sin remedio alguno.


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