Fue en aquel momento en el que comprendí que la tristeza era una parte demasiado pequeña de nuestro ser como para tenerla en cuenta. Aunque he de admitir que nunca me hice caso a mi misma (como nunca suelo hacer), simplemente me dediqué a soñar con un mundo alejado de todo aquello que nos hacía sufrir, sin saber que nuestro fallo es buscar eso, debemos saber sobrevivir con todo, depresiones y alegrías, se trata de supervivencia.
~Ciertamente esto no interesa a absolutamente a nadie~
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