La agonía nubla mi mente, las lágrimas se escapan patéticamente, la cosa es que tu no estás, te volviste a ir.
Llamadme idiota, por ser, por pensar, por confiar. Soy lo que digáis que soy, al final me veo reducida a lo que los demás piensen. Coge mi mano, por favor, allá donde estés, tan solo déjame salir de aquí. Líbrame de este perpetuo mal, de tu mal. Lo siento, lo siento todo, siento haberte fallado, haberte hecho daño, no haber puesto de mi parte. Mientras resbalan mis lágrimas mis labios susurran un último te quiero. no suspirado nunca mas.
Carta escrita hace un año, el día que inicié este blog. Gracias a todos por haberlo convertido en lo que ahora es.
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