Tanto quisiera gritarte a los labios que te amo, que ya en sueños me quedé sin voz.
Tanto desearía estar tumbada a tu lado en un rincocito al otro lado del mundo que mis ojos se cansaron ya de buscar deseos entre los cielos.
Y estoy aquí, patética y estúpida, implorando un poco mas de sol. Me muero en la triste oscuridad que nuestro sol nos alumbra.
~Viviendo en diferido~
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