Tras la tempestad viene la calma. Ella se calmó de momento, pero la culpa sigue pesando sobre mi conciencia.
Quizás si yo no hubiera hecho todas las cosas que hice, quizás si hubiera pensado, quizás todo sería más fácil para todos.
Mirar al pasado es algo tonto. Lo único que debo mirar es mi presente, porque el futuro me agobia y el pasado me duele. Pero mi presente, tan genial a tu lado...
Todo vuelve a la normalidad, yo y mis pensamientos, yo y mi inspiración. Parece que las sombras volvieron a la luz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario