Su fallo estaba, no en soñar aquello, si no en desear que ese sueño fuera realidad.
Su fallo estaba en desear estar entre sus brazos una vez mas.
Fue a desayunar, supongo que pensó que con el café se le quitarían esos deseos irracionales de la cabeza.
Quizás fue en la merienda, cuando logró sacárselo de la cabeza algunos minutos, mientras olisqueaba su libro de rimas. Pero fue llegar a la rima equivocada lo que rompió los bonitos instantes en los que su sonrisa no atravesaba su mente como si de un frío puñal se tratase.
Fue quizás en el momento en el que lo vio, el momento en el que se derrumbó...
Y fue ese el momento en el que juró no soñar nunca mas.
~Fue en su mente donde se jugó el papel mortal~
No hay comentarios:
Publicar un comentario