Sedienta de ti me encuentro en estos momentos tan ridículos y patéticos en mi estúpida vida.
Permiteme acercarme un poco más a ti, respirar el aliento que expiran tus delicados labios y con pasmoso ritmo, acariciar con mis susurros tu cuello... Déjame morderte una vez más... Estoy sedienta de tu sangre.
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